Un análisis a la Seguridad Privada en Brasil.



La ley que rige en lo que la seguridad privada respecta es la 7.102 dictada en junio de 1983 cuando en Brasil aún estaba en funcionamiento el gobierno militar; que se encargaba de regular los aspectos que correspondían al funcionamiento de la vigilancia privada en Bancos y empresas con transportes de valores; los requisitos que deben cumplir para que estén habilitadas; los requisitos para ser un vigilante; la capacidad de portar armas de los oficiales; sancionar a las empresas que incumplan estas regulaciones, etc. Algunos de estos postulados permanecen después de la modificación de las leyes 8.863 y 9.107 en el año 1995.

Las actividades de seguridad priva que suelen ser más consideradas son:

1- La vigilancia patrimonial de parte de las instituciones financieras u otros establecimientos así como también a las personas físicas.

2- Transporte de valores o garantizar el transporte de cualquier tipo de carga.

Estas dos modalidades tienen una regulación que está más desarrollada en la legislación vigente. Los requisitos para que una empresa debe cumplir para estar en funcionamiento los pueden encontrar en el artículo 20 de esta ley antes mencionada. Esta autorización debe ser otorgada por el Ministerio de Justicia o por medio de un convenio del Ministerio de Justicia con las Secretarías de Seguridad Publica de los Estados de la Unión.

Por ultimo debemos mencionar que el articulo 23 menciona múltiples actos de sanción para las empresas que incumplan con la ley citada aunque no se especifica cual corresponde a que infracción, si deben ser aplicadas según la gravedad del caso. Aunque la ley no menciona específicamente si los oficiales de empresas privadas pueden o no ser contratados por las instituciones públicas, y este hecho se ha vuelto muy común.

Según los datos de FENAVIST (Federación Nacional de Empresas de Seguridad y Transporte de Valores) han revelado que el sector ha logrado facturar alrededor de 3000 millones de dólares, marcando un buen crecimiento del 12%, el crecimiento no ha sido igual en todas sus ramas, en las actividades de vigilancia se experimentó una reducción en el ritmo de su crecimiento.

Hasta hace poco en Brasil habían unas 2538 empresas de seguridad privada, que están registradas y autorizadas ante el Ministerio de Justicia, también habían alrededor de 5045 de autos blindados utilizados para el transporte de valores. El número de vigilantes también se ha duplicado ya que hay más de un millón trecientos de oficiales registrados y de estos solamente 333,720 están trabajando, aunque el número de guardias es distinto ya que eso depende de la fuente en la que se obtenga el dato.

En Brasil es prohibido que los policías civiles y los militares trabajen como agentes de seguridad privada. Aunque también es conocido que muchos de estos se desempeñan de esta forma en empresas de seguridad privadas clandestinas, es decir, aquellas que no han realizado el proceso que es necesario para que obtengan el registro como empresa impartido por el Ministerio de Justicia.